Después de un periodo de retroceso provocado por la consolidación de las avanzadísimas tecnologías de captación de imágenes digitales, la idea de grabar en celuloide viene resurgiendo poco a poco, de manera creciente. Los rollos de Super 8, 16mm y 35mm ya han vuelto a rodar en los chasis en medio de un movimiento que ha venido para quedarse tanto en el ámbito de la producción audiovisual comercial como el del cinema experimental. En Brasil ya es posible encontrar servicios de alquiler de cámaras analógicas y de importación de celuloide, así como de profesionales capacitados para orientar a los usuarios en todos los pasos de los procesos de revelación y telecine, realizados principalmente en el exterior.

“Llegamos al punto de construir software capaces producir imágenes digitales que tienen una apariencia de celuloide”, reflexiona Walter Carvalho, consagrado como uno de los principales directores de fotografía de Brasil que escribió un artículo sobre el tema especialmente para Íris (El texto está al final de esta página).

“Con las nuevas tecnologías no dirijo sino que soy dirigido. Si por un lado atendemos la demanda en cuanto al contenido y la distribución con una rapidez aturdidora, por otro lado nuestro oficio de fotógrafos perdió su sentido épico”, compara Walter, que en el 2021 celebra 50 años de cinematografía y ya fotografió clásicos como “Sargento Getúlio” (1983), “Estación Central” (1998) y “Lavoura Arcaica” (1995), filmado con 16mm en blanco y negro.

“Cuando se observa una ‘buena imagen’ construida con las nuevas tecnologías, casi siempre surge la expresión: parece celuloide”. “La fotografía antes sucedía dentro de la cámara, en la caja negra sellada, y después en la oscuridad durante el procesamiento. Ahora es construida fuera de la caja”, señala Walter, quien abrazó completamente las cámaras digitales.

Fotogramas de las películas “Xarpi”, “Desmond” y “Ciclos” (videoclip de Marechal), dirigidos por Breno Moreira

“Yo grabo todas mis películas personales en celuloide”, testimonia el director y fotógrafo Breno Moreira. Él es prueba de que este sueño es posible pero admite que conquistó esa posibilidad gracias a algunos privilegios: “Tuve la suerte de estar en Nueva York, donde vive mi hermana, cuando un amigo me invitó a probar una cámara SR2 antigua, con 700 metros de negativos que podíamos usar. Fuimos a Queens e hicimos un corto ‘108th St’, un documental sobre bailarines callejeros”. Desde entonces no se detuvo y ha podido usar celuloide de 16mm regularmente para grabar documentales, cortos, videoclips y comerciales de marcas como Puma, Nike y C&A.

En 2021, Breno va a lanzar su primer largometraje, “Jambalaia”, documental sobre la situación de los habitantes de un conjunto de edificios que fue demolido en Rio de Janeiro, grabado en 16mm. Para él, “la mayoría de personas todavía se resiste mucho pero puede ser económicamente viable y rápido grabar en celuloide si planificas todo detalladamente. Esto me obliga a estar siempre más concentrado y a pensar más en lo que va a ser grabado. La mecánica es otra, es algo que afecta el comportamiento de todo el equipo. Todos viven aquel momento y al final se quieren sacar fotos al lado de la cámara”.

En privacidad, Breno carga siempre una Canon Scoopic y suele grabar la cotidianidad de su hija, hábito que dio origen a un nuevo documental personal, aún no lanzado. “Grabar en celuloide es un deleite pero lo entiendo como una herramienta que no es solamente estética”, asume Breno, que prefiere no fundamentar su elección con argumentos más técnicos. “Fui a una conferencia de Vittorio Storaro y él dijo que considera ultrapasados a los fotógrafos que insisten en el celuloide, que era como si caminaran hacia atrás”.

Imágen del videoclip “Ciclos” (dirección de fotografia de JP Garcia) y Breno Moreira con una cámara Aaton

Entre los principales lanzamientos de los últimos años en el cine norteamericano hay una buena parcela de largometrajes grabados en celuloide. Steven Spielberg, por ejemplo, usó celuloide de 53mm para rodar su nueva versión del musical “West Side Story”, con fotografía de Janusz Kaminski cuyo lanzamiento está previsto para el 2021. La superproducción “Mujer Maravilla 1984”, lanzada a los cines por DC Comics a finales del 2020, fue grabada con cámaras Arri, Panavision e IMAX de 35mm y 65mm, con dirección de la cineasta Patty Jenkins y cinematografía de Mathew Jensen. “007: Sin tiempo para morir” (2021), nuevo episodio de la franquicia del agente James Bond, fue captada en 35mm y 65mm por DOP Linus Sandgren.

“Sound of Metal” (El sonido del silencio) fue rodado em 35mm.

Un caso bastante emblemático es “Érase una vez en Hollywood” (2019), de Quentin Tarantino, que tiene escenas grabadas en cuatro formatos diferentes. Robert Richardson, el director de fotografía, usó películas Kodak de 35mm a color, 35mm Blanco y Negro, 16mm y Super 8. El cineasta nunca adhirió al formato digital, al igual que Christopher Nolan, quien también graba siempre en celuloide y rodó “Tenet” (2020) en negativos de 65mm con cámaras Panavision, Arri e IMAX, comandadas por el fotógrafo Hoyte van Hoytema.

Entre los indicados al Oscar en 2021, “Sound of Metal”, “Los Estados Unidos contra Billie Holiday” fueron grabadas o cuentan con secuencias rodadas en celuloide, además de “Tenet”. En 2020, entre los indicados a Mejor Celuloide y Mejor Fotografía, el 52% fueron grabados en celuloide.

Un caso bastante emblemático es “Érase una vez en Hollywood” (2019), de Quentin Tarantino, que tiene escenas grabadas en cuatro formatos diferentes. Robert Richardson, el director de fotografía, usó películas Kodak de 35mm a color, 35mm Blanco y Negro, 16mm y Super 8. El cineasta nunca adhirió al formato digital, al igual que Christopher Nolan, quien también graba siempre en celuloide y rodó “Tenet” (2020) en negativos de 65mm con cámaras Panavision, Arri e IMAX, comandadas por el fotógrafo Hoyte van Hoytema.

Entre los indicados al Oscar en 2021, “Sound of Metal”, “Estados Unidos vs. Billie Holiday” y “Destacamento de Sangre” fueron grabadas o cuentan con secuencias rodadas en celuloide, además de “Tenet”. En 2020, entre los indicados a Mejor Celuloide y Mejor Fotografía, el 52% fueron grabados en celuloide.

“Los Conductos”, “La Metamorfosis de los Pájaros” ( A Metamorfose dos Pássaros)

Autor de la foto: Paulo Menezes/ A Metamorfose dos Pássaros, de Catarina Vasconcelos/ Primeira Idade, Portugal, 2020

En el Festival de Berlín del 2020 cuatro títulos galardonados fueron grabados en 16mm: el colombiano “Los Conductos”, el portugués “A Metamorfose dos Pássaros” (La Metamorfosis de los Pájaros), el serbio “Otac” y el norteamericano “Never Rarely Sometimes Always” (Nunca, Casi Nunca, A Veces, Siempre). En la Berlinale del 2021, el mismo formato fue usado en “What do We See When We Look at the Sky” (¿Qué vemos cuando miramos el cielo?), de Georgia, vencedor del premio Fipresci (Federación Internacional de Críticos de Cine).

La serie “Small Axe”, de Steve McQueen, usó cintas de 35mm y 16mm revelados en Cinelab London.

El celuloide también continúa presente en producciones televisivas y filmes lanzados en plataformas de streaming. Es el caso, por ejemplo, de las series “Westwold” y “Succession”, ambas de HBO, y “Small Axe”, de la BBC (disponible en Globoplay), como también de los largometrajes “El Diablo a todas horas” (35mm), “Malcolm & Marie” (grabado con negativo P&D de 35mm) y “Da 5 Bloods” (5 Sangres) (16mm y digital), lanzados por Netflix en 2020 y 2021.

Antonio Campos filma “El Diablo a Todas Horas” en 35mm.

La página oficial de Kodak está siempre actualizada con nuevas celuloide, series, videoclips y comerciales grabados en celuloide:

https://www.kodak.com/en/motion/page/shot-on-film

Por lo menos dos empresas brasileñas cuentan con cámaras disponibles para alquiler, de diferentes marcas y modelos, listas para rodar. “Entre 2018 y 2019, antes de la pandemia, el consumo de negativos en producciones brasileñas llegó a alcanzar una media de una lata por semana”, calcula Nestor Grun, de la renta MAC. Según él este número era 50 veces menor hace una década, pero hubo un repentino resurgimiento del interés por el celuloide en los últimos cuatro años. Según su percepción un poco antes de la pandemia la producción de videoclips se consolidaba como la mayor consumidora de celuloide en Brasil, principalmente de 16mm y Super 8, mientras el mercado publicitario también adoptaba masivamente el celuloide de 35mm.

MAC posee la mayor cantidad de cámaras para alquiler (cuatro de 35mm y 3 de 16mm) en São Paulo, pero también es posible encontrar algunas unidades de 35mm en JKL. Marcas como Arri, Panavision y Aaton dejaron de fabricar ese tipo de equipos hace más de diez años pero los últimos modelos lanzados (y otros más antiguos) aún pueden funcionar perfectamente por un tiempo indeterminado si cuentan con un buen mantenimiento. Los fabricantes perciben que el reaprovechamiento de las máquinas usadas ya es suficiente para atender la demanda de quien todavía opta por el rodaje analógico en plena era digital, incluso porque algunas piezas específicas aún son fabricadas como repuesto.

Para adquirir negativos es necesario importarlos del exterior. La importación puede ser hecha de manera independiente, a través de compras por internet, o presencialmente durante viajes, pero también es posible pedir el celuloide por medio de empresas como Runner, importadora oficial autorizada por Kodak, que hace todo el proceso formalmente de manera oficial y puede ofrecer precios menores al trabajar con un volumen mayor de demanda en condiciones tributarias especiales.

En Brasil el revelado en 35mm prácticamente ha dejado de existir. Las empresas extranjeras que hacen tanto este tipo de revelado como el telecine ya ofrecen el material digitalizado en archivos de 2k, 4k, 6k u 8k, producidos a partir de tecnologías avanzados de escaneo. Todavía es posible encontrar laboratorios brasileños informales de 16mm y Super 8, pero con condiciones más caseras y esporádicas, como colectivos artísticos por ejemplo, a partir de experimentos de grabación de proyecciones, pero sin la misma estabilidad (y velocidad de servicio) ofrecida por los técnicos profesionales con equipos más modernos.

Cámaras usadas en um taller de Super 8 dictado ppor lab.irinto.lab

Radicado en São Paulo, el  lab.irinto.lab, vinculado al colectivo Mundo em Foco, ofrece servicios de revelado y digitalización de 16mm y Super 8, además de vender rollos de celuloide con procesamiento propio, como los “Fungi Films”, que describen como “aproximadamente 10km de películas de cine vencidas, almacenados en condiciones dudosas que contribuyeron a la formación de hongos y otros efectos incontrolables en cada rollo”. Ellos también ofrecen cursos, participan en festivales (especialmente el Super OFF y el 1666) e hicieron el revelado de “Espera” (2018), largometraje del director Cao Guimarães, y el de las escenas en celuloide de “Ana, Sem Título” (2020), de Lucia Murat.

El marañense Marcos Ponts adoptó la película de 16mmm en el largometraje “Chorando se Foi” (Llorando se fue).

En Maranhão el cineasta Marcos Ponts decidió grabar su primer largometraje en celuloide. Producido en 2018, “Chorando se foi” (Llorando se fue) se encuentra en fase de finalización, con dirección de fotografía firmada por Roman Lechapelier, fotógrafo francés entonces instalado en São Luis. El cineasta asegura que rodar en 16mm fue más barato que utilizar algunas de las nuevas cámaras digitales pero que necesitó recurrir a un laboratorio en Rumania para concretizar el proyecto.

“La gente se reía de mí y decía que estaba loco, que iba a ser imposible grabar en celuloide con el presupuesto que teníamos, pero a mí me estimulan los desafíos y superamos todos los riesgos. “Chorando se foi” retrata la vida de un proyeccionista. Rollos de celuloide está presentes en varias escenas. Intenté grabar en formato digital pero no me gustaban los resultados”, recuerda Ponts, y agrega: “Se pudiera resumir la experiencia en dos palabras serían: tensión y avidez. Era emocionante oír el ruido de la cámara y aunque apenas podíamos rodar varias tomas, quedábamos aliviados al final”

“La cámara fue una Arri SR2 con película de 16mm a color”, detalla el director. Según él mismo, “en ese momento alquilar un kit digital completo de Arri Mini durante seis semanas sería más caro que usar celuloide. Hoy en día esa comparación sería diferente debido al alza del dólar. Por medio de Roman conocí a Rodrígo Ruiz, un español que trabajó en Kodak y después compró un laboratorio en Rumania. Él fue un verdadero ángel, abrazó mi proyecto y nos facilitó todo para el revelado”.

Ivo Lopes Araújo opera una Bolex Rex 3 en una escena del film “Tatuagem” (Tatuaje)

El director de fotografía Ivo Lopes Araújo está en proceso de postproducción del largometraje “Todas as Vidas de Telma”, grabado predominantemente en 16mm con una cámara Bolex. Él firma la dirección junto a Antonio Luiz Mendes, consagrado fotógrafo de clásicos como “Das Tripas Coração” (1982) y “Ópera do Malandro” (1986), y quien fue víctima del Covid-19 a los 75 años, fallecido en diciembre de 2020. Ellos decidieron grabar en celuloide las imágenes subjetivas en primera persona de la protagonista, la foto-pintora cearense Telma Saraiva, quien dedicó su vida a la pintura de retratos fotográficos analógicos. Los negativos fueron comprados en lab.irinto.lab y el revelado será realizado en Nueva York.

“Creo en la alquimia de la plata, que tiene un misterio y es casi brujería”, observa Ivo sobre el proceso de grabación y revelado. “Grabar en película te permite observar el mundo ópticamente, a través del lente y no a través de visores de procesamiento digital que emiten luces electrónicas. Realmente estás viendo personas y espacios. La relación del cuerpo con la cámara también es otra ya que el equipo tiene otra respiración y no se calienta como las máquinas digitales”, considera Ivo, que además admite no haber tenido la oportunidad de experimentar con los nuevos visores ópticos analógicos desarrollados para las cámaras digitales Arri a partir de juegos de espejos.

Anteriormente Ivo había tenido la oportunidad de grabar en celuloide largometrajes como “Tatuagem” (Tatuaje) (2013) y “Ausencia” (2014) y cortometrajes como “Sen Coração” (2014) y “Solón” (2016). “El valor que se le da a cada take es mucho mayor. Elceluloide funciona muy bien con directores que hacen pocos takes pero se hace complicado para quien prefiere grabar mucho material”, pondera.

Formado por los artistas brasileros Gustavo Jahn y Melissa Dulius, el colectivo Distruktur, instalado en Berlín desde el 2006, ya lanzó dos largometrajes rodados en 16mm en los últimos cinco años, así como varios cortos. El más reciente es el largometraje “Oráculo”, que participó en la Muestra de Cine Tiradentes en 2021. Ellos comenzaron a experimentar con celuloide cuando aún vivían en Brasil pero en Alemania encontraron un acceso directo a materiales, equipos y laboratorios.

Melissa Dulius y Gustavo Jahn en las películas “No Coração do Viajante”, “Muito Romântico” y “Oráculo”.

“Comencé grabando en celuloide. Tuve cámaras de video desde muy joven, las usaba como diario, pero cuando encontré el grupo con el que iba a hacer cine supe que tenía que hacerlo en celuloide. Así sucedió en la Porto Alegre de 1999 con el colectivo Sendero, formado en la facultad de biblioteconomía y comunicación de la UFRGS”, relata Melissa, que también desarrolla experimentos con proyecciones, objetos, instalaciones y materiales impresos. “En Berlín nos unimos al grupo LaborBerlín, laboratorio-cooperativa de postproducción con celuloide, autogestionado por el mismo grupo. Desde marzo de 2020, trabajo en los talleres de la Andec-Filmtecnhik, referencia en revelado de celuloide cinematográfico a nivel mundial”.

En los últimos años el Distruktur hizo dos giras por Brasil para elaborar proyectos y ofrecer talleres que tienen, entre otros objetivos, el de formar pequeños núcleos de personas interesadas en grabar en celuloide en diferentes ciudades, como sembrando semillas. En las últimas décadas ya organizaron 20 cursos en diferentes lugares del mundo.

Los talleres dictados por Luciana Mazeto y Vinícius Lopes abarcan rodaje y revelado.

El duo de cineastas compuesto por Luciana Mazeto y Vinicius Lopes, de la productora Pátio Vazio, en Rio Grande del Sur, ha dirigido una serie de películas en celuloide, exhibidas en grandes festivales como el de Gramado y el de Rotterdam. La más reciente es un documental, “Os Olhos na Mata e o Gosto na Água” (Los ojos en el bosque y el sabor del agua), mediometraje seleccionado en 2020 para participar en el prestigioso festival Visions du Réel, en Suiza. En el 2019, en la muestra Cine Esquema Novo, en Porto Alegre, fueron responsables por la curaduría de un programa de películas rodadas en celuloide producidos en los laboratorios LaborBerlin (Alemania) y Worm Filmwerkerkplaats (Holanda). En el mismo evento ofrecieron un taller de técnicas manuales y experimentales de rodaje, revelado y copia en 16mm, con materiales como negativo Blanco & Negro y cafenol, una solución que genera imágenes de alto contraste a partir de ingredientes encontrados en supermercados, además de experimentos con cianotipia en una emulsión artesanal.

“Tuvimos la oportunidad de grabar nuestros primeros cortos en la facultad de cine en 16mm, y fueron experiencias que nos instigaron mucho. Tuve la posibilidad de editar esas películas en la Moviola de la universidad, manipulando el material que habíamos captado físicamente”, recuerda Luciana. Para ella, “el proceso de laboratorio, las incertidumbres y las posibilidades estéticas que propicia la película analógica sólo puede ser alcanzada usando ese formato. La experiencia de grabar, revelar y experimentar con las imágenes utilizando el celuloide es tan gratificante como vasta”.

En la opinión de Vinicius, “existe algo de único, de singular, en todo ese proceso. Incluso si las posibilidades de experimentación estética del celuloide son extremamente amplias, es la experiencia personal lo que deja una huella profunda”.

Imágenes del videoclip de la banda británica Black Market Karma filmadas por el pernambucano Ivan Cordeiro en Super 8.

Ivan Cordeiro, pernambucano que vive en Los Angeles, es un gran activista contemporáneo del Super 8 y hace parte de redes internacionales de intercambio de información sobre diferentes formatos. Él es colaborador del laboratorio californiano Pro8mm y suele servir de puente con cineastas brasileños que necesitan revelado de negativos, digitalización o restauración de películas antiguas. “La razón número uno para el resurgimiento del interés por el celuloide es el avance de las nuevas tecnologías de escaneo. El advenimiento del escaneo en 4k, por ejemplo, trajo una nueva opción de embellecimiento de la imagen, que destaca las intersecciones luminosas y los granos”, observa. La calidad, la practicidad y la velocidad de las nuevas máquinas disponibles es un gran atractivo para las nuevas generaciones, en su visión.    

Los nuevos escáneres de telecine impulsaron el resurgimiento del interés por grabar en celuloide pero la reciente alza del dólar es un obstáculo para los brasileños, constata Ivan. “Un cartucho de tres minutos de Súper 8 cuesta 150 dólares, lo que actualmente equivale a más de $750 reales”[1], calcula.

Para su uso casero, Iván cuenta con una Canon 1014 que a veces necesita ser restaurada debido a ciertas piezas plásticas del motor, el eje y el engranaje. Él alerta sobre el hecho de que los técnicos especializados en arreglar cámaras están muriendo y que por eso es importantísimo que las personas aprendan a repararlas por sí mismas.

“El celuloide tiene un poder cautivante y funciona como un certificado de autenticidad, algo importante para distinguir una película entre tanta información visual que recibimos hoy en día”, cree Ivan, que es uno de los curadores del festival internacional de cine Curta 8, realizado desde hace 17 años en Curitiba. Recientemente él dirigió el videoclip de la canción “Andrea´s Drum”, de la banda británica Black Market Karma, lanzado en enero del 2021 por el sello Flower Power Records, y grabado en Super 8. En la pandemia desarrolló el proyecto “A Cameraman in Lockdown”, así como produjo cortos que pueden verse en sus canales de Vimeo y Youtube, alimentados mensualmente. En el 2020 restauró y digitalizó en 4k cinco rollos de imágenes grabadas por la RFSA en las carrileras de São Paulo y Rio de Janeiro en 1971.

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[1] El salario mínimo en Brasil para el 2021 es equivalente a unos 209 dólares.

Lúcifer Kabra siempre adopta o Super 8 en cintas experimentales como el videoclip “O Consolo das Antas”.

El artista visual y músico Lúcifer Kabra se prepara para lanzar el largometraje “Da Luz ao Vale” (De la Luz al Valle) de la Kino-Cobra filmes, grabado parcialmente en Super 8, formato que suele usar en todas sus películas. “Uso Super 8 para poder construir imágenes que puedan re-significar la relación de temporalidad del registro. El celuloide refuerza el premisa de que toda imagen es memoria”, considera.

Para Lúcifer Kabra, “el proceso fílmico se vuelve totalmente diferente cuando sabes que tienes sólo tres minutos para contar algo. El gatillo de la cámara toma una proporción mágica ante el quemado del celuloide, un acontecimiento único cuyo resultado apenas vas a poder checar tras una larga jornada de revelado y telecine. Las posibilidades de error también pueden producir resultados únicos”. Después de “Da Luz ao Vale”, él lanzará otra película, que está todavía en desarrollo, esta vez totalmente grabada en Super 8.

En entrevista concedida en el 2020 al website norteamericano IndieWire, Steve Bellamy, presidente de la división de Cine y Entretenimiento de Kodak, afirmó que ha sido cada vez mayor el volumen de producción de negativos de todos los formatos, de 65mm a Super 8, inclusive de películas en Blanco & Negro.

Un asunto que también puede pesar sobre el presupuesto es el transporte de los negativos hasta los laboratorios en el extranjero. “No recomiendo enviarlos por correo”, alerta Ivan Cordeiro, ya que un extravío significaría un daño realmente irreparable. A él, infelizmente, le sucedió eso. Breno Moreira acostumbra dejar todo al encargo de alguien del equipo, especialmente de directores de fotografía que viven en Inglaterra o en los Estados Unidos. Es posible recibir las imágenes digitalizadas en menos de una semana, dado que los laboratorios son rápidos y tienen capacidad para trabajar con varios rollos de forma simultánea. “Cuando llegué a FotoKem con mis pocas latas en las manos, ellos estaban trabajando al mismo tiempo con “Dunkirk”, que tenía miles de metros de películas en proceso en ese momento”, recuerda Breno. El largo de Chirtopher Nolan consumió 975 rollos de 65mm.

Hasta el 2020, grabar en celuloide en Brasil todavía era muy común, tanto para cine como para publicidad, miniseries y videoclips. Rápidamente las cámaras digitales avanzaron ocupando casi todo y las salas de cine jubilaron a los viejos proyectores. En busca de un resultado más orgánico, no obstante, poco a poco diversos fotógrafos vienen retomando el rodaje analógico, ya sea que estén interesados por obtener resultados más orgánicos, o por una plena opción estética al estar convencidos de la infinita elasticidad del celuloide que, hasta ahora, no puede ser considerado superado ni que sea menos nítido que las más arrojadas tecnologías electrónicas. Algunos, sin embargo, sostienen que no es bueno comparar ya que se trata de lenguajes realmente diferentes.

Me siento como Umberto Eco, que se decía fascinado por el error.

Es con el error que aprendo.

Cuando grababa en celuloide, por más que buscara conocer o pudiese dominar la tecnología de la época, había una fascinación por el error en el sentido de que estaba siempre en la búsqueda. Era una imprecisión basada en la certeza.

Trabajaba con una caja negra y con la oscuridad del trato necesario con las cintas en el laboratorio. Nunca olvidaré los momentos que viví en las cabinas de los laboratorios para checar las copias.

Adrenalina y emoción.

No le tenía miedo al error, me preocupaba el acierto y siempre fui escéptico ante lo correcto.

El proceso era muy rico y cuando me encontraba lleno de seguridades todo perdía su gracia. El encanto del descubrimiento siempre funcionó como estímulo para mi trabajo.

Con las nuevas tecnologías todo puede ser previsto o construido en detalles con el menor riesgo. Todo es instantáneo.

Técnicamente es posible saber cómo va a quedar algo antes de estar listo, es una paradoja. Si ya sé lo cómo va a ser el resultado, porque puedo preverlo todo antes con toda seguridad, el encanto se desvanece. Un peligro cercano hace bien al transcurso y, sobre todo, al resultado.

Una película no se hace con planificación, se hace con cine.

Sin embargo es fascinante lo que nos ofrece las nuevas tecnologías, aunque no sean más que herramientas. En el lenguaje del cine no existen patrones ni manuales de control. Está vivo y es un invento contenido en la creación, es lo que puede trascender.

Para realizar “Entreatos”, de João Moreira Salles, por ejemplo, usé una cámara digital por opción personal. Podría haberla hecho en celuloide y con toda seguridad, sería otra película. “Entreatos” me exigía una velocidad y una movilidad que el equipo tradicional de cine no me permitiría.

La fotografía antes sucedía dentro de la cámara, en la caja negra sellada, y después en la oscuridad durante el procesamiento. Ahora es hecha fuera de la caja. La imagen se tornó una ecuación que puede resolver todos, o casi todos, los problemas. Y esto es fantástico.

Pero el mismo tiempo el proceso digital fue desarrollado para hacer lo que ya se hacía antes. Cuando se ve una “buena imagen” construida con las nuevas tecnologías, casi siempre surge la expresión: parece celuloide.

Llegamos al punto de construir software capaces producir imágenes digitales que tienen una apariencia de celuloide. Esto es, para decir lo menos, curioso.

No podemos permanecer ajenos a los cambios. Hoy no se tolera más la espera de todo el proceso de laboratorio del celuloide por el mundo tiene prisa.

En un pequeño instante se oprime una tecla y se hace la imagen, y bella. Pero es necesario reflexionar sobre lo que se hace con la imagen hoy en el planeta.

Existe un claro agotamiento del campo simbólico. El exceso y la proliferación descontrolada en los medios de comunicación no hacen transbordar de banalidades e imágenes despotencializadas.

Transcribo aquí las palabras de Ítalo Calvino, que resumen muy bien esta cuestión: “En nuestra memoria se depositan, en estratos sucesivos, mil fragmentos de imágenes, de forma semejante a un botadero de basura donde cada vez es menos probable que alguna de ellas gane algún relieve”.

Una de las características más interesantes del cine es que lo hacemos para ver cómo va a quedar. Con las nuevas tecnologías yo no conduzco, sino que soy conducido.

Si por un lado atendemos la demanda en cuanto al contenido y la distribución con una rapidez aturdidora, por otro lado nuestro oficio de fotógrafos ha perdido su sentido épico

Las cosas más importantes, para quien produce imágenes, son aquellas que se disponen ante la cámara y, sobretodo, lo que sea que pretendemos hacer con ella.

Pero es necesario también darle espacio al deseo incontenido de la mirada. Porque la cámara, sea cual sea, es un instrumento que nos enseña a ver sin ella.

Lo que importa El vagabundaje de la mirada.

Walter Carvalho.

“A la Izquierda del Padre” (Lavoura Arcaica), “Tierra Extranjera” (Terra Estrangeira) y “Estación Central” (Central do Brasil) están entre los trabajos cinematográficos más emblemáticos de Walter Carvalho filmados en celuloide.

Runner Filmes

Importadora oficial de Kodak
35mm - 16mm - s8mm
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lab.irinto.lab (São Paulo)

Lab Artesanal/Experimental de Cinema & Fotografia
Super 8 - 16mm
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Dependências e equipamentos dos laboratórios Pro8mm, Cinecolor, Cinelab London, Fotokem e Metro.

FotoKem (Califórnia)

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Metro Film Works (Nova York)

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Cinelab (Bucareste, Madri e Navarra)

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lab.irinto.lab (São Paulo)

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Pro8mm (Califórnia)

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Cinelab (Londres)

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Andec Filmtechnik (Berlim)

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RB Movie & Photo House

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Cinecolor (São Paulo)

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