Cinematografía Brasileña

DOCUMENTAL

NOTHING LASTS FOREVER

Por Heloisa Passos, ABC, DAFB

CONCEPTOS

Según Jason Kohn, director de “Nothing Lasts Forever”, nosotros no hicimos un documental. Lo que hacemos es “No-Ficción”. Él dice que esta cinta es ciencia ficción distópica. Nuestro trabajo no es periodístico, pero los acontecimientos e historias son reales.

Usamos lentes anamórficos la mayor parte de la película. Es una deconstrucción de la realidad. No adoptamos un lenguaje bruto. Todos los personajes son reales pero el mercado de diamantes es una formidable invención simbólica que pasa por nociones de tradición, familia y propiedad. Este formato de cuadro aporta una ficcionalización dentro de aquel mundo. Su contenido está lleno de elementos de ironía, fantasía y ciencia ficción, pero es brutal, puesto que estamos hablando de capitalismo en un contexto de desigualdad absoluta.

El formato anamórfico es algo que nunca uso en documentales. Fue un deseo del director que yo abracé como un regalo hacia mí como fotógrafa. En la primera fase de grabaciones no había dinero para hacerlo todo en anamórfico. Con la entrada del canal Showtime, pudimos seguir grabando con lentes anamórficos.

No había guion ni storyboard. La escritura del discurso apenas sucedió en el proceso de montaje. Lo que existía antes del rodaje era una investigación hecha por el propio Jason, que ya nos permitió imaginar cómo podríamos hacer los encuadres. Él tiene un método de construcción visual muy riguroso. El material de archivo que se intercala con las escenas en la cinta no estaba previsto y apenas vino a ser incluido al momento del montaje.

Todo esto tiene que ver con mi formación ecléctica, que envuelve muchos años de ficción, mezclada con la formación de Jason, quien fue asistente de Errol Morris. Cuando hicimos “Manda Bala” yo vi “The Thin Blue Line” y entendí lo que él quería: su deseo unido al control de la imagen, y así fue también en “Nothing Lasts Forever”. Él me regaló el libro de Darius Khondi, que me aportó una reflexión sobre lo que es la representación y lo que es ficcionalizar. Una de las secuencias que salió de esos conceptos es la del encuentro entre el gemólogo Dusan Simic y el empresario Martin Rapaport en la India. Yo tenía un lente zoom Agénieux anamórfico y no apagué la cámara sino después de la conferencia. Por esta razón pude hacer un plano-secuencia gigante hasta llegar al diálogo entre los dos. Fue el azar. Nosotros, los de fotografía, estamos por necesidad en la búsqueda de la forma, así como necesitamos estar abiertos a las otras cosas que están sucediendo. Rapaport, que es un gran comerciante de diamantes de Nueva York, todavía no estaba en la película en ese momento pero se convirtió en uno de los personajes principales a partir de esa escena inesperada.

LISTA DE CÁMARAS Y LENTES

CÁMARAS:
Sony F55
Sony Alpha 7s
Sony Alpha 7s II
Alexa Mini

LENTES:
Cooke anamórfica /i SF (25mm e 32mm)
Angenieux Optimo anamórfica A2s (56-152mm)
Hawk anamórfica V-Plus
Cooke s4 (18mm/25mm/35mm/50mm/100mm)

FILTROS para convertir lentes fijas en Macro:
Close-up 1/2/3
Split-Field diopter 1/2/3

ETAPAS

Las grabaciones duraron 10 años. Hicimos la primera entrevista en el 2010, en Boston, una escena que ni siquiera está en la película, un embrión del proyecto. Entrevistamos a un científico vencedor del Premio Nobel, que estudia el origen de la vida. Anteriormente el título de la cinta iba a ser “Origin Stories”. Eran dos miradas: una sobre producir vida en laboratorio y otra sobre la producción del diamante sintético. En esa fase grabamos separadamente las secuencias a medida que conseguíamos pequeños grants, patrocinios de fondos estadounidenses como el Cinereach y el Catapult. Estando todavía en Chicago, rodamos otra escena que no entró al final, sobre dos hermanos que tienen una empresa donde transforman el carbón de las cenizas humanas en diamantes, a pedido de los familiares de los fallecidos.

Después de algunos años Jason decidió enfocarse apenas en los diamantes. En 2013, entrevistamos al gemólogo Dusan Simic en Nueva York y comenzamos a grabar en laboratorios en Nueva Jersey, que trabajan con la presurización del carbono. Continuamos recibiendo apoyos de algunos pequeños fondos y fuimos, en 2014, a Surat, ciudad que es un centro de lapidación de diamantes en India. Yo viajaba sola con Jason por la mayoría de los lugares en el mundo como esos. Los equipos de grabación, siempre muy pequeños, se componían de un asistente y, a veces, de algún productor local.

El canal Showtime entró como productor en 2017 y a partir de ese momento comenzamos a trabajar con un presupuesto realmente consistente, lo que llamamos real money. A esa altura ya teníamos varias secuencias filmadas, que presentamos de manera separada.

También en 2017 Jason grabó solo algunas secuencias en China, revelándose como un gran fotógrafo. Es un director que piensa en las imágenes todo el tiempo. Yo ya tenía una complicidad muy grande con él porque habíamos hecho la película “Manda Bala”, que obtuvo los premios de mejor película y mejor fotografía en el Festival de Sundance, en 2007. A lo largo de estos años hicimos juntos algunos cortos y comerciales, pero sólo hasta ahora pudimos concluir nuestro segundo largometraje, desarrollado a partir de esa colaboración.

Después de la entrada de Showtime retornamos a la India en 2018, pero esta vez ya con Dusan Simic. Fue mi segunda visita a Surat y Jason también había estado allí otras dos o tres veces. Eso nos abrió más acceso. Esta cinta tuvo demoras muy grandes debido a ese asunto del acceso. Son lugares muy encubiertos, como dice el periodista indio Melvyn Thomas, a quien entrevistamos. No consigues entrar fácilmente a fábricas como esas.

ENTREVISTAS

Antes de casi todas las entrevistas Jason hizo visitas de tech scout. Elaboramos una producción de imagen para cada personaje. Es todo un proceso de creación. Los ubicamos a todos en el centro y los fondos son muy importantes. Respondemos por la dirección de arte, él como director y yo como fotógrafa. Así como el escenario, el vestuario también es determinante para la fotografía. El color de cada objeto y de cada prenda establece la textura de la película.

Para alternar encuadres en el montaje grabamos la mayoría de los testimonios con dos cámaras. Pusimos una casi sobre la otra. La preocupación era que la mirada del entrevistado no saliera de la línea de visión de quien ve la película, del espectador. Una preocupación no sólo por la composición sino también por la altura de la mirada, con el eje. Es una búsqueda obsesiva por la simetría y la composición.

La entrevista con Aja Raden, diseñadora de joyas, fue hecha en una sala que estaba casi vacía. Cada objeto puesto en este cuadro fue pensado y producido. Eduardo Enrique Mayén participó como fotógrafo adicional y grabó esta escena.

El testimonio de Stephen Lussier, que representa al de Beers Group, lo tomamos en Botsuana, en África. Aprovechamos la conmemoración de los 50 años de la Debswana (Debswana Diamond Company Limited) y fuimos a Gabarone. El único personaje que no fue filmado con esa rigidez fue Dusan, debido a que era él el conductor de la película, el que se mueve en tren, dirige uber, corta el pelo y a quien se muestra en acción mientras trabaja en las fábricas. Es también una forma de humanizarlo, pues llegamos a crear una intimidad con él.

DIAMANTES

Para grabar de cerca los diamantes conseguimos un microscopio Zeiss, cedido por el biólogo marino David Gruber de la City University of New York, con una embocadura y un adaptador Nikon. Pudimos encajar la cámara Sony A7S II y usamos un grabador externo Apple ProRes 422 en Shogun. El movimiento de zoom se hizo con el foco del propio microscopio. Tuvimos apenas una jornada para grabar los diamantes con ese equipo. El científico que nos lo prestó también nos dio unos micro-reflectores, dos linternitas que él usa para fotografiar organismos subacuáticos. Utilizamos esas luces de varias maneras y en varios ángulos. Nos volvimos locos con todo esto, nos pasamos todo el día jugando.

Además de ese microscopio teníamos siempre un juego de filtros close up 1,2 y 3, que compró la producción. Como no teníamos una anamórfica macro, yo usaba esos close ups para simular el macro en los lentes que teníamos. Usamos también un filtro llamado Split Field, un cristal con media luna close up y la otra media luna hueca. Esto permitía enfocar el diamante en detalle y al mismo tiempo mostrar, en la misma composición, una acción que ocurriera cerca, como un hombre que acercándose en la fábrica.

En las imágenes de los diamantes busqué una luz que proporcionara puntuaciones, como una haze en el brillo de la proapia piedra. Si no había un reflector disponible yo buscaba un punto de la locación donde hubiera alguna luz que ofreciera una iluminación lateral o una contraluz.

VIAJES

No era posible viajar con un kit de iluminación porque en países como India o China es muy complicado entrar con equipos específicos, entonces decidimos llevar lentes, cámaras y trípodes pequeños, distribuidos en nuestras maletas. Llevé una light Pannel de 1×1 y pequeños accesorios sueltos como banderas, un difusor, un silk, una tela negra, una blanca y otra plateada, todas dobladas entre mi ropa. La solución era buscar rentas locales.

En la pre-producción intentamos identificar dónde había rentas cerca y pagamos el alquiler de los equipos unas semanas antes de llegar, para evitar atrasos e imprevistos. En China vino todo empacado desde Pekín, que quedaba muy lejos. En Botsuana necesitaba un hmi y descubrimos a un fotógrafo del este de Europa que nos alquiló los equipos. En la fábrica de Salt Lake City monté un Sky Pannel en posición cenital sobre la máquina que filmamos en movimiento circular. En aquella ocasión hallamos una renta local y contratamos un electricista y un maquinista de la ciudad.

En todas las rentas de Mumbai, en India, cada equipo alquilado necesitaba de un profesional específico. Esto era así porque no había seguro para los equipos. Yo no podía, por eso, llevar muchas cosas, pues el equipo quedaría ya muy numeroso.

Me encanta esa secuencia de Dusan como conductor de Uber en Nueva York. Anochece y comienza a llover. Y ya el primer pasajero iba para el aeropuerto de La Guardia, fue perfecto. Grabé en 30 y 40 cuadros con la Angénieux anamórfica. El carro tenía una parrilla bien grande donde hice un grip con un Gimbal (Ronin) fijado por tubos, para estabilizarlo en medio del tránsito. Inés Portugal fue la asistente de cámara y ajustaba el foco por control remoto mientras yo estaba con el motor del zoom.

En Botsuana, después de que terminaran los rodajes en la capítal, Gabarone, y en la mina de diamantes, nos fuimos a un safari donde filmamos a los animales que aparecen en la película. Sabíamos que habría leones. Fuimos agraciados con esas situaciones que encontramos. Contratamos el jeep apenas para nosotros, éramos como turistas grabando a los animales.

En las minas de diamantes la dificultad era encontrar la posición adecuada de la cámara para transmitir la dimensión y la escala del hueco. No tenía un juego de lentes completo. Eran dos lentes anamórficos: uno 32 mm y una Zoom Angénieux 56x152mm. Fuimos hasta el punto más alto para encontrar la mejor plataforma.

En las fábricas de todos los países grabamos con rieles. A China, específicamente, llevé a Gilberto de Araújo para que se encargara de la maquinaria porque tuvimos dificultades para encontrar un técnico local que hablara inglés. Llevar un brasileño fue la solución más simple. Con su ayuda, en las imágenes aéreas internas fijé la cámara en ganchos que ya estaban en el lugar. Cuando Jason grabó sólo en su primer viaje, usó un dron dentro de la fábrica para poder hacerlo.

En Salt Lake City usamos un riel circular alrededor de la máquina que estaba ubicada en el centro de un galpón muy grande. En esa locación trabajamos con un maquinista del lugar y el movimiento necesitaba ser de 360 grados para ser cinematográfico. En India, en el taller donde pulen los diamantes, conseguimos un riel circular de 180 grados que fue transportado de Mumbai a Surat. Donde no hallamos rieles usamos rueditas en los trípodes y el propio Jason asumió el papel de maquinista.

En algunos momentos, sin embargo, decidimos no estabilizar la cámara. En la mina de Botsuana dejamos seguir la tembladera en uno de los planos, ya que era como el sacudón que hace parte del proceso de selección de las piedras. En China tampoco estabilizamos una de las imágenes y decidimos asumir lo que pasara. Tuvimos esa discusión en el momento.

POST-PRODUCCIÓN

La idea de la ciencia ficción nos guio bastante en la post-producción. Unas de las referencias fueron los tonos cálidos de la película “HER”, de Spike Jonze, que nos inspiró principalmente en las imágenes de Dusan. La corrección de color y la marcación de luz fueron hechas remotamente durante dos semanas y media. Jason estaba en Los Angeles en una sala de proyección en la finalizadora, yo estaba en São Paulo y el colorista, Luke Cahill, estaba en su casa con una estación montada. Para trabajar de forma remota con mayor fidelidadcon los monitores de Los Angeles, la producción contrató al ingeniero electrónico Paulo Kaduoka, para calibrar, afinar y probar mis monitores. Como la película fue realizada a lo largo de 10 años con varias cámaras diferentes, aunque buscaba mantener la misma sensación entre las imágenes, pero no llegué a pretender igualarlas. Cuando terminamos toda la marcación volví a ver la película en una sala de proyección en São Paulo. Después de analizar la cinta en una pantalla grande, volví a trabajar tres días más para hacer pequeños ajustes y así finalicé mi trabajo.

ENTREVISTA CON EL DIRECTOR JASON KOHN
EN EL FESTIVAL DE BERLÍN (EN INGLÉS)

MINI BIO

www.heloisapassos.com

Heloisa Passos es una de las más consagradas y premiadas directoras de fotografía del cine brasileño. Entre las más de 50 películas que fotografió, se cuentan largometrajes premiados internacionalmente como “Manda Bala” [Send a Bullet] (premiada en el Festival de Sundance en 2007), “Lixo Extraordinario” [Waste Land] (indicada al Oscar en 2011, como co-directora de fotografía) y “Viajo Porque Precisso, Volto Porque Te Amo” [Viajo Porque lo Necesito, Vuelvo Porque Te Amo] (seleccionada para el Festival de Venecia 2009 y premiado en los festivales de La Habana, Lima y Río). En 2017 dirigió el documental “Construindo Pontes” [Construyendo Puentes], seleccionado para el festival de Brasilia de Cinema Brasileiro y para el IDFA (Holanda), entre otras muestras. En TV, se encargó de la dirección de fotografía de series como “Me Chama de Bruna” [Llámame Bruna] (Fox). Realizó también la cámara adicional en los documentales “Democracia em Vertigem” [Al Filo de la Democracia] (indicado al Oscar 2020) y “Citizenfour” (ganador del Oscar 2015). En el cine de ficción fotografió largometrajes como “Fortaleza Hotel” (2021), “Deslembro” [Unremember] (2018), “Mulher do Pai” [La Mujer del Padre] (2016) “O Que se Move” [Lo Que se Mueve] (2012) y “Rânia” (2011). Ganó premios de dirección de fotografía en los festivales de Sundance, Río y Gramado, entre más de 20 premiaciones más, incluyendo el Cinema Eye Honor. Es miembro de la Asosiación Brasileña de Cinematografía (ABC), del Colectivo de Mujeres y Personas Transgénero del dpartamento de Fotografía de Brasil (DAFB) y del Cinematographersxx (CXX), además de ser integrante de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.

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